sábado, 18 de abril de 2015

Jessika. Vigía de Istambul

A veces los cainitas, pueden abrir su pecho y su alma a otro ser, es raro como los diamantes, y suele acabar mal, pues la Maldición destruye toda esperanza entre los cainitas para el verdadero amor, o no?. Jessika probo el amargo sentimiento del amor y las pasiones inmortales, envenenando su espíritu... habrá sido eso o alguien desencadenó su locura?




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